EL BAILE DE LOS ESPUMERUS


A Silvia y Nacho. Ellos me inspiraron esta bonita historia.


Esta es la historia de un juego.  Quizá parezca fruto de la leyenda, pero os aseguro que es tan cierto como que el Trasgu tiene un agujero en su mano.
Era una tarde calurosa del mes de junio. Ya el sol comenzaba a caer por el horizonte montañoso, y teñía de un rojo cobrizo las nubes. Un grupo de espumerus jugaban en la playa cuando, con un soplo de aire llegaron los ventolines. Juntos decidieron jugar con los sueños de las personas. Los ventolines pretendían dormir a los hombres y robar de sus sueños la mejor de sus virtudes.
Así pues los pequeños duendes partieron hacia la aldea, mientras los espumeros esperaban en la playa jugando con la marea.
Al cabo de un tiempo llego el primer ventolin, y haciendo una reverencia le entregó al espumeru “La Nobleza”. Surgiendo de entre las nubes para no ser visto otro ventolin traía entre sus diminutas manos una liebre a la cual llamaba “Astucia”. Con los ojos vendados llego el tercero: - Aquí os presento “La Confianza”. Poco después un ventolin llegaba diciendo que no había podido robar una virtud, y otro que no se acordaba en dónde había puesto la suya.  Sin querer habían aportado dos de las más importantes “la Honestidad” y “el Olvido”

Rápidamente los espumerus se pusieron a jugar con esos nuevos regalos que habían recibido. Cuando otro ventolin apareció. Traía la mayor de las sonrisas: - traigo “la Simpatía”, esto llenó de felicidad al espumero que la recibió y sin querer, ¡Chasss! Apareció “La Ilusión”. En la playa ya había caído la noche y entre el juego y el sonido de las olas, un ventolin , en medio de su vuelo gritó “Libertad”, esta era la mejor de las virtudes que había podido encontrar, seguidamente otro ventolin esgrimía una espada, este había encontrado en lo mas profundo de los hombre, aquello que alguien llamó “ Valentía” . El Ultimo ventolin y quizá el mas tierno, desde que había nacido poseía una virtud, que estaba dispuesto a entregar, la “ Inocencia”. pero además traía con el un espejo. Y todos los espumeros le preguntaron para qué había lo había ,traído a la playa.
Esto es para reflejar el “ Asombro” de los hombres cuando acepten que estos son las verdaderas esencias de todas las relaciones.
Así pues los espumeros bailando entre las olas dibujaron la primera letra de cada virtud con la espuma de la mar.
Desde entonces cuando miréis hacia el mar, fijaros detenidamente y veréis escrito donde rompen las olas los nombres de aquellos, que se juran amor y aceptan estas virtudes.

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